Consejos para freelancers Canales de venta: Qué son, tipos y ejemplos prácticos
Los canales de venta han evolucionado de forma significativa con los años. Descubre sus beneficios y cómo elegir bien los tuyos.
Un cliente potencial es alguien que, por su perfil y comportamiento, tiene posibilidades reales de comprar lo que ofreces. Identificarlos es clave para vender más y mejor, ya que te permite enfocar tiempo y presupuesto en oportunidades reales. Además, mejora el seguimiento, porque sabes a quién nutrir y a quién llevar directo a una conversación comercial.
Ten cuenta que no es lo mismo atraer una audiencia, la visibilidad por sí sola no garantiza ventas. La diferencia está en la intención: cuando alguien tiene interés real, deja señales que transforman la atención en una oportunidad.
Pero no te preocupes, en este post descubrirás qué tipos existen, cómo identificarlos y qué errores debes evitar.
Los clientes potenciales son personas o empresas que dan señales de interés por un producto o servicio, pero aún no concretan la compra.
En marketing y ventas, se les conoce también como lead, pero dicho término abarca a cualquier persona que deja sus datos o interactúa con una campaña. Un cliente potencial, en cambio, se refiere a leads que realmente tienen posibilidades de avanzar hacia una venta por su perfil o comportamiento.
Estos clientes potenciales son clave dentro del embudo de ventas, puesto que son el puente entre el interés inicial y la compra. Si los nutres bien (con información, seguimiento y confianza), se convierten en clientes y mantienen vivo el embudo.
Los clientes potenciales son usuarios que encajan con el perfil de tu cliente ideal y, además, han tenido algún tipo de contacto medible con tu marca. Puede ser, por ejemplo, solicitar información, llenar un formulario o pedir una demo.
En resumen, son personas o empresas que podrían necesitar lo que ofreces. Por eso, al prospectar clientes se busca reconocer estas señales y separar a quienes solo muestran curiosidad de quienes tienen una necesidad real.
Lo que debes tener en cuenta es que:
Un interés general suele ser curiosidad, entretenimiento o consumo de contenido sin intención de avanzar.
Una necesidad real es una señal de que existe un problema, objetivo o urgencia que tu producto o servicio puede resolver.
Con esto en mente, el siguiente paso es conocer los tipos de clientes potenciales que existen para priorizarlos y darles el seguimiento adecuado.
Los clientes potenciales se pueden clasificar de diferentes maneras. En muchos casos, se utiliza un análisis RFM para priorizarlos según su comportamiento y darles el seguimiento adecuado.
Sin embargo, una de las formas más comunes es segmentarlos por su nivel de interés y su grado de calificación dentro del proceso comercial:
Clientes potenciales fríos. Son contactos que quizás conocen tu marca, pero su interés aún es bajo o no está claro.
Clientes potenciales tibios. Muestran interés de forma moderada, pero evalúan alternativas, precios o beneficios.
Clientes potenciales calientes. Tienen alta intención de compra y están cerca de dar el siguiente paso.
MQL (Marketing Qualified Lead). Es un lead que el equipo de marketing considera listo para un seguimiento más cercano por su perfil y comportamiento. Ya sea porque encaja con tu público o porque ha mostrado señales claras de interés.
SQL (Sales Qualified Lead). Es un lead que el equipo de ventas considera como una oportunidad real. A menudo, porque cumple mejor con el perfil, tiene una necesidad más definida y está más cerca de una conversación comercial o una propuesta.
Los clientes potenciales también pueden clasificarse por su frecuencia o volumen de compra y su grado de influencia.
Hay muchos ejemplos de clientes potenciales según las acciones que realizan y las señales de interés que dejan.
Estos son algunos de ellos:
Estudiante que descarga un ebook o recurso gratuito desde tu sitio web.
Empresa que agenda una demo o una llamada comercial.
Persona que solicita información por WhatsApp o chat en vivo.
Un visitante que agrega productos al carrito, pero abandona la compra.
Persona que se registra a un webinar o evento online.
Empresa que descarga un catálogo o caso de estudio.
Un suscriptor que se apunta a tu newsletter para recibir información u ofertas.
Negocio que pide asesoría.
Usuario que visita varias veces la página de precios o planes.
Persona que solicita una prueba gratis o acceso a una versión demo.
Distintas acciones pueden indicar niveles diferentes de interés, pero es necesario reconocer las señales que realmente indican intención de compra.
La generación de leads ocurre cuando captas nuevos contactos. La clave para identificarlos se basa en observar cómo y dónde interactúan con tu marca.
Estas son las formas más comunes:
Formularios web. Detecta interés cuando alguien deja sus datos para pedir información, cotizar o solicitar una demo. Cuanto más específica sea la solicitud, mayor suele ser la intención de compra.
Redes sociales. Más allá de los likes, fíjate en los mensajes directos, preguntas sobre precio, comentarios pidiendo detalles o clics al enlace del perfil.
Email marketing. Observa aperturas frecuentes, clics en enlaces clave (precios, catálogo) y respuestas con preguntas concretas.
Chat en sitio web / WhatsApp. Es una buena señal cuando preguntan por disponibilidad, costos, tiempos o requisitos. Aquí conviene filtrar con 2–3 preguntas rápidas.
Análisis de comportamiento (visitas, clics). Fíjate en los patrones: visitas repetidas, más tiempo en ciertas páginas, navegación por precios/planes, servicios y descargas. Si además regresan varias veces, es probable que sea un lead más calificado.
Los organizadores gráficos pueden ayudarte a mapear el embudo y los flujos de leads. Así será más fácil identificar y dar seguimiento por etapas.
Trabajar con clientes potenciales te permite enfocar esfuerzos donde realmente hay oportunidad de venta.
Esto suele traducirse en:
Optimización de recursos: priorizas a quienes tienen más probabilidad de comprar y puedes reducir el tiempo perdido.
Ventas más predecibles: al medir y nutrir leads por etapas, proyectas resultados con mayor precisión.
Mejora del ROI en campañas: inviertes mejor tu presupuesto al atraer y convertir contactos con mayor intención.
Mejor tasa de conversión: al dar seguimiento a leads más calificados, aumentan las posibilidades de cierre.
Para mejorar la conversión, considera aplicar metodologías como el método AIDA. De este modo, puedes guiar al cliente potencial desde la atención hasta la acción, según su nivel de interés.
Identificar clientes potenciales es solo el primer paso. Sin una buena gestión, es fácil cometer errores que puedan afectar a tus ventas y resultados.
Estos son algunos errores que debes evitar:
No calificarlos. Tratar como oportunidad a cualquier lead te hace perder tiempo y enfoque. Lo ideal es filtrar por perfil e intención antes de hacer un esfuerzo comercial.
No alinear marketing y ventas. Si ambos equipos no comparten criterios, se duplican esfuerzos y se pierden contactos en el camino.
Tratar a todos igual. Un lead frío no necesita el mismo mensaje que uno listo para comprar. Cuando no adaptas el enfoque, baja la respuesta y se enfría la conversación.
No dar seguimiento. Muchos leads no compran en el primer contacto. Si no hay un seguimiento claro, se pierden oportunidades que podrían avanzar con una respuesta a tiempo.
En etapas avanzadas, aplicar estrategias de negociación es clave para cerrar oportunidades. De no hacerlo, la decisión se puede frenar justo cuando el cliente ya está listo para comprar.
En pocas palabras, una mala gestión puede hacer que la generación de leads no llegue a convertirse en oportunidades reales.
Identificar y gestionar clientes potenciales es una de las bases para crecer de forma sostenida. Cuando sabes quiénes son, cómo se comportan y en qué etapa están, puedes priorizar mejor, dar seguimiento con intención y convertir más oportunidades en ventas.
Al final, el crecimiento llega cuando empiezas a trabajar el embudo de ventas con criterio, constancia y una estrategia clara.
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Un cliente potencial es una persona o empresa interesada en un producto o servicio, con posibilidades reales de convertirse en comprador. Pero aunque encajan con el perfil ideal, todavía no han tomado la decisión final.
Un lead es cualquier contacto que interactúa con una marca, mientras que un cliente potencial es un lead más calificado, con mayor encaje e intención real de avanzar hacia una compra.
Los clientes potenciales más comunes se clasifican por interés (fríos, tibios, calientes) y por calificación (MQL y SQL). Pero también existen por criterios como encaje con el perfil ideal, comportamiento (interacciones) y tipo o volumen de compra.
Un cliente potencial suele estar listo para comprar cuando pregunta por precios, condiciones o tiempos, solicita una propuesta o demo, y muestra urgencia o repetición en sus interacciones con la marca.
Son importantes porque permiten enfocar los esfuerzos de marketing y ventas en oportunidades reales y mejorar conversiones. De igual forma, son claves para optimizar recursos y trabajar el embudo de ventas de forma más predecible y eficiente.
Fuentes:
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